Batallón IM N° 51 Olave

Escudo de tipo español antiguo, similar en forma, dimensiones y rebordes al escudo oficial de la Armada de Chile.

Lleva por timbre una corona naval rostrada en metal oro (color amarillo), con incrustaciones de esmeralda en esmalte sinople (color verde) y rubíes en esmalte gules (color rojo). Debajo de la corona, centrado y sobre la parte superior del Jefe, lleva enmarcado un rectángulo de oro, el cual tiene inscrito la leyenda “ARMADA DE CHILE”, con letras delineadas en sable (color negro).

El campo principal es en gules, que representa la fortaleza y osadía del soldado del mar y su resolución de inmolar la vida por el ideal patrio, y sobre él, se encuentra una bordura en azur (color azul), que representa la obediencia y lealtad. Sobre la bordura azur, va inscrito en plata (color blanco) “BATALLÓN DE APOYO LOGÍSTICO DE COMBATE IM N°51 “OLAVE”.

Sobre el jefe y bajo la leyenda “ARMADA DE CHILE”, lleva una cinta en oro con letras en sable, en la cual se encuentra inscrito el lema: “MILITES FIRMAMEN SUMUS” (somos el sustento de la fuerza), que imprime el rol característico de apoyo logístico operativo de la Unidad.

 Como pieza de primer orden, cruza el campo principal desde el cantón diestro del jefe hasta el cantón siniestro de la punta, una barra color sinople, que simboliza la esperanza, la fe y la obligación de la dotación en el cumplimiento de las tareas y responsabilidades asignadas por el servicio.

Como pieza de segundo orden, en el abismo y sobre la barra en sinople, se encuentra una hacha de abordaje color oro, que recuerda al artillero de marina de dotación de la Covadonga, por quien lleva el nombre la Unidad, Sargento Artillero de Marina Ramón Olave, y sobre ésta y cruzada una llave color oro que simboliza la salvaguardia del sustento de la Fuerza durante las operaciones y el grado de compromiso que debe mantener la dotación en las diferentes tareas asignadas.

Como pieza de tercer orden, en el cantón diestro de la punta, se encuentran cuatro ondas de agua, color plata, que simbolizan el espíritu embravecido de la dotación, además de la responsabilidad que se tiene de proyectar el poder  naval de la nación, desde el mar sobre el territorio adversario.