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Martes 12 de enero de 2021

"Aquí encontré lo que yo quería", Teniente 1° Litoral Alejandra Basai, Comandante LSG "Valparaíso"

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Con 32 años, a la Teniente 1° Litoral Alejandra Basai le toca asumir un gran desafío en lo profesional para el cual dice estar preparada. Este 2021 ella se convertirá en la Comandante de la Lancha de Servicio General (LSG) “Valparaíso”. “Me siento orgullosa, ya que es todo lo que un Marino aspira ser durante la carrera naval. Es un trabajo muy bonito, pero a la vez de mucho compromiso porque tienes gente a cargo, decisiones importantes que tomar, además de la responsabilidad de tener una lancha operativa y cumplir con la misión que te encomiendan”.

La LSG “Valparaíso”, como parte de las Unidades de la Armada de Chile en la Primera Zona Naval, cumple un rol primario en la salvaguarda de la vida humana en el mar, así como en la vigilancia y control de las aguas jurisdiccionales. Pero, además, vela por prevenir la contaminación al medio ambiente marítimo y realizar apoyos a zonas aisladas.

La Teniente Basai asegura que el fiato entre la dotación es relevante al momento de realizar el trabajo y responder a los requerimientos institucionales. La dotación de la Unidad está compuesta por 10 servidores navales, estando ella al mando y siendo la única mujer a bordo, está consciente de que su liderazgo será sustancial.

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“El tema humano es algo importante para mí, de todas maneras, siempre acá va a primar el personal, su bienestar y seguridad y, por supuesto, la operatividad de la Unidad”, recalca. Esto debido a que el 2020 dejó muchas lecciones aprendidas, “fue un año muy difícil porque nadie se esperaba lo que ocurrió con la pandemia, pero dentro de todo hubo mucho aprendizaje. Yo estaba de Segundo Comandante de la LSG, pero tuve que asumir otras responsabilidades como la fiscalización en playas, controlar los permisos sanitarios y el uso de medidas de protección, haciendo presencia continua en el litoral”, agrega.

Con respecto a su 2020, si bien recuerda que la ciudadanía recibió el apoyo de la Marina de buena forma, la Oficial asegura que ‘’a mucha gente le ha costado cumplir con las normas, ya que son nuevas, pero nuestro trabajo como Institución siempre será verificar su cumplimiento y educar en cuanto a los programas de la Autoridad Sanitaria. De igual manera vi a gente que sí cumplía y trató de adoptar las normas de la mejor forma posible, sobre todo en playas como Zapallar, Papudo y Viña del Mar”.

Agrega, además, que el apoyo prestado por la Armada durante todo este tiempo “ha servido para mostrar el importante rol que tienen las Fuerzas Armadas para el país. Hemos tenido que generar empatía, ayudarnos y cuidamos entre todos, conceptos para lo cual todo el Personal Naval está preparado”.

En lo personal, el 2020 fue también vertiginoso para la Teniente Basai porque debió separarse de su hijo, de 7 años, por cerca de tres meses. Oriunda de Iquique y ligada a la Marina por su padre, su hermano y su actual pareja, confiesa que su familia cumplió un rol fundamental, “fue un período complicado, sin embargo, el apoyo que recibí lo hizo más llevadero”.

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La Teniente Alejandra Basai pertenece a la primera generación de mujeres que entró a la Armada de Chile en el 2007. “Cuando se abrió la postulación fue bastante bullado. Para mí fue todo un desafío y dije: “aquí encontré lo que yo quería”, recuerda.

“Desde pequeña viví en distintas ciudades porque mi papá pertenecía a la Armada y eso era muy entretenido. Ver a mi papá realizar su trabajo, las historias que nos contaba y la satisfacción que le producía estar en la Institución, me marcaron y siempre lo encontré interesante’’, relata.

Si bien el camino no ha sido fácil porque como generación “han tenido que abrir muchas puertas y derribar otros tantos mitos”, como Basai relata, hoy al llegar a su máximo desafío dentro de la Armada de Chile, está orgullosa de ser parte del listado de mujeres que cumplen con las exigencias y aptitudes para demostrar que la Institución tiene un carácter mixto que va en constante ascenso.